miércoles, 14 de diciembre de 2011

El viento en Ítaca, Francisca Aguirre.

Sentada ante su bastidor, ella fue dueña
del lentamente desastroso Imperio de los días.
Sus manos la pesada tarea asumieron
y una constancia más fuerte que el cansancio
junto a ella se sentó.
(Frente a la terquedad de su dedos fabriles
el mar entonces fue sólo una gota mesurable
y el horizonte un mirador en torno a Ítaca.)
Un viento de regreso silbó una madrugada:
despertar fue asomarse a un campo de batalla asolado.
La luz fue descubriendo la figura sentada
que acariciaba compasivamente la tela dactilar,
su patrimonio de trabajo y de horas,
sus madejas de canas.
(Una costumbre de quietud
y una tristeza como un perro a sus pies
la rodearon de silencio.)
Lejos resonaba la voz, la voz de Ulysses.
Frente a su bastidor, desesperadamente,
ella intentaba recordar un nombre,
sólo un nombre:
el que gritaba Ulysses por las calles de Ítaca.

  • El tema de este poema es que Penélope esta tan centrada en tejer y destejer, que se olvida hasta de su propio nombre.
  • Penélope sentada ante su bastidor, tiene una gran tristeza mientras teje y desteje. Sus manos le pesan y cada vez su cansancio es más y más fuerte, desde un mirador observa el mar dónde se encontraba Ulysses. Lejos escuchaba la voz de Ulysses gritando un nombre que para ella era desconocido, Penélope.
  • En cuanto a la forma, este poema no presenta rima y la medid de los versos es irregular. Consta de cuatro estrofas.
  • Es un poema muy triste que habla de sentimientos que tiene Penélope y de la amargura, por vivir una vida de espera, pensando en el regreso de Ulises y cumpliendo su deber como esposa paciente, sin pensar en ella mima, por eso se olvida hasta de cómo se llama.

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